Estoy aquí para reivindicar la cocina como espacio de entrenamiento emocional
Para ayudar a las mujeres que están pasando por una situación emocional complicada que tengan, en su casa, su propio refugio de autocuidado diario.
Porque un día estás tranquila y al siguiente se te rompen todos los esquemas.
Una separación, un despido, un hijo que vuela del nido o un cambio vital en tu vida para el que no estabas preparada…
Encima, cuando pasa algo de esto, todo el mundo se vuelve experto.
Todos empiezan a darte consejos de lo que, para ellos, es lo mejor ¡qué agobio! ¿verdad?
Pero, ¿alguien piensa realmente en lo que es mejor para ti?
En realidad, la respuesta a eso la tienes tú.
Y eres tú quien tiene que gestionar este momento de tu vida.
Sé que es un momento complicado y no es fácil saber qué camino seguir, pero para eso estoy aquí.
Soy Rebecca García-Monzón, psicóloga y chef
Mi vida siempre ha girado en torno a dos pasiones.
La cocina y la psicología.
Ya desde pequeña, mientras otras niñas iban a danza o gimnasia, yo era tan feliz en clases de cocina.
Y, como me gustaba escuchar y ayudar a los demás, decidí estudiar psicología.
Siempre he cultivado estas dos pasiones por separado, por un lado, trabajando en gabinetes de psicología tradicionales y por otro creando mi propia escuela de cocina y poniéndome al frente de cocinas profesionales.
No podía decantarme por una sola disciplina, así que seguí formándome en paralelo en ambas.
Experiencia profesional
• 15 años al frente de la cocina del Hotel Finca La Ramallosa.
• Dirección de mi escuela culinaria “Emoción en ebullición”.
• Práctica psicológica junto a la psiquiatra Dr. Patricia Noone.
Formación
Pero entonces, la vida, también se me puso del revés. Y fue entonces cuando descubrí que no tenía por qué elegir.
Me di cuenta que gracias a fusionar mis conocimientos en psicología con mis habilidades liderando equipos en la cocina, había superado ese momento.
La terapia culinaria me permitía juntar mis dos pasiones, así nació Emoción en ebullición.
Para ayudar a mujeres que están pasando por un momento emocional complicado a que entiendan y sepan gestionar sus emociones.
Sí, nuestras conversaciones tienen lugar en la cocina.
Porque cuando cocinas estás centrada en el aquí y ahora y eso te permite conectar con tus emociones y sentimientos más profundos, y eso, es lo que te lleva a trabajar esa sanación de manera consciente.
Lo que cocinas, cómo lo haces, cómo presentas tus platos… todo cobra sentido cuando se le da un enfoque psicológico.
Porque la cocina es un lugar por el que pasamos muchas veces al día, y se va a convertir en tu mejor aliada para gestionar tus emociones en el día a día.
