El día nos pasa tan rápido que a veces nos olvidamos de dedicarnos tiempo y de compartir momentos especiales con la gente que queremos. Vivimos muchas experiencias, de alegría, tristeza, miedo, frustración, ilusión… pero no conseguimos desconectar de nuestras obligaciones.
Cuando entramos en la cocina es el momento de poner todas nuestras emociones encima de la mesa y cocinarlas a fuego lento, con ingredientes saludables y cuidando hasta el último detalle.